Empleo de calidad: el gran desafío para un desarrollo sostenible en el Perú
El mercado laboral peruano atraviesa un momento decisivo. En medio de un crecimiento económico moderado, una elevada informalidad y una recuperación de la inversión privada más lenta de lo esperado, surge una necesidad urgente: impulsar la creación de empleo formal, digno y sostenible.
Empleo de calidad: el gran desafío para un desarrollo sostenible en el Perú
El mercado laboral peruano atraviesa un momento decisivo. En medio de un crecimiento económico moderado, una elevada informalidad y una recuperación de la inversión privada más lenta de lo esperado, surge una necesidad urgente: impulsar la creación de empleo formal, digno y sostenible.
Aunque los indicadores de ocupación muestran una leve mejora tras la pandemia del Covid-19, la realidad es que buena parte de los nuevos empleos generados siguen siendo precarios, temporales o sin acceso a derechos laborales básicos. Esto revela que el país aún enfrenta profundas brechas en materia de productividad y formalización.
Desafíos estructurales del mercado laboral peruano
Uno de los principales problemas es la alta tasa de informalidad, que afecta a más del 70% de la fuerza laboral, según estimaciones recientes. Esta situación no solo limita la recaudación fiscal, sino que también reduce la capacidad de los trabajadores para acceder a seguridad social, pensiones y estabilidad económica.
Además, la falta de inversión sostenida en capacitación técnica y tecnológica impide que los trabajadores puedan adaptarse a las demandas del nuevo entorno digital y productivo. La educación laboral sigue desconectada de las necesidades del mercado, lo que reduce la competitividad del país frente a otras economías de la región.
El rol de las empresas y las políticas públicas
Empresarios y gremios coinciden en que la clave para revertir esta tendencia está en promover políticas laborales que equilibren la flexibilidad con la protección social. Para ello, se requiere fortalecer la institucionalidad, simplificar los trámites para la formalización y ofrecer incentivos a las pequeñas y medianas empresas que generen empleo estable.
Asimismo, el Estado debe priorizar la inversión en infraestructura, innovación y educación técnica, tres pilares fundamentales para incrementar la productividad y mejorar la calidad del empleo.
Hacia un trabajo sostenible y equitativo
El reto no es solo generar más empleo, sino garantizar que este sea productivo, inclusivo y respetuoso con los derechos laborales. Lograrlo implica un compromiso conjunto entre el sector público, el privado y la sociedad civil.
Solo con reglas claras, una economía competitiva y una fuerza laboral capacitada, el Perú podrá avanzar hacia un modelo de desarrollo sostenible que priorice el bienestar y la dignidad de sus trabajadores.
